
Les voy a contar una historia...
Cuando te tropiezas y caes, en la piel se abre una herida, y dependiendo de la caída, también dependerá la herida... Normalmente tendemos a tan solo sacudirnos las piedritas que se nos pegan a la herida, a limpiar por fuera la sangre y quizás algunas veces lavamos con agua esa herida… pero no sabemos que puede suceder al cabo del tiempo por dentro…
Alguna vez alguien me dijo que para poder sanar las heridas es necesario limpiarlas completamente. Así es… cuando nos herimos, hay que quitar todo, es cierto, limpiar la sangre y lavar con agua de la llave… pero lo que duele, está por venir… hay que limpiar con agua oxigenada, escarbar en la herida hasta que sangre y esa misma sangre fluya para limpiarse por dentro, limpiar con alcohol y poner un pequeño parche a esa herida… Con el paso de los días hay que quitar el parche y repetir ese proceso doloroso una y otra vez hasta que cicatrice con el paso del tiempo…
Sí… duele… y dolerá mucho… pero para que algo sane, primero es necesario pasar por un proceso que lleva dolor físico y moral, para posteriormente observar tu herida y verla cicatrizada… y que esa herida te permita recordar tu caída… y volverte a levantar cuantas veces sea necesario…
Espero que al igual que a mí, esta historia les sirva y la puedan aplicar en algún momento de su vida…
Un abrazo ;)
alguna vez una chica que quiero mucho me dijo: Lo que no te mata te hace mas fuerte. creo firmemente que esa chica se ha hecho más fuerte pues le ha tocado caer en varias ocasiones, algunas por que yo mismo la he tumbado, cosa que no me enorgullece. pero el punto es que finalmente uno termina presumiendo sus cicatrices. y se que tú lo harás. Echale ganas (checa las caricaturas del correcaminos y verás que el coyote sigue en plena lucha así haya caido muchas veces) jajaja que ejemplo, verdad?
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