Un pedacito de mí...

Mi vida pasó ante mis ojos, mientras yacía en la cama de un hospital... Tuve miedo, ¿qué vendría ahora? ¿Sería cierto eso de la vida después de la muerte? Nunca habia creido en nada de eso pero ahora deseaba fervientemente poder creer que ese no era el final. Y sin embargo, así era... Un instante después de haber abierto los ojos, sentí sueño; entré en un trance, recordando viejos tiempos, recordando mis últimas horas, mirando en el futuro, un futuro que no llegaría jamás...

La sangre corria debajo de la sábana... era imposible detener la hemorragia...

Nuevamente abrí los ojos... una silueta apareció frente a mí... Ahí estaba él, a mi lado... Después de tanto tiempo...Hice un esfuerzo para mirarlo a los ojos y mostrarle una leve sonrisa. Cualquier esfuerzo podía ser fatal...

-No te esfuerces... descansa por favor...

Llegó la enfermera y aplicó en el suero un medicamento. El líquido comenzó a fluir lentamente por el tubo hasta llegar a la aguja. Sueño... nuevamente... mis ojos se cerraron...y en un instante, recordé como llegué a esa cama...

Era un día nublado, a punto de llover... La tristeza me agobiaba y decidí tomar un paseo. Caminando por las calles, con la vista perdida en el pavimento, escuchaba el repicar de las campanas de la catedral. Una gota cayó... otra más... de pronto, de la nada, un torrencial aguacero... corrí a resguardarme debajo de un portal en la puerta de una tienda. De pronto a la izquierda, un joven corriendo con un portafolios... uno más detrás...pistola en mano... alboroto entre la gente... empujones... gritos... el hombre que venia corriendo, me empuja para entrar a la tienda... de pronto un ruido ensordecedor... dolor en el vientre... la gente corre asustada... sangre, mucha sangre... soledad... se acerca un hombre...

- Por favor... una ambulancia...

Ya no siento mis piernas... más sangre en el piso... mis manos detienen mi estómago... se tiñen de rojo... la gente grita... una señora observa escandalizada la escena...

-Alguien ayúdeme- grita el señor...

Todo comienza a oscurecer...

Un dolor me despierta... ahí sigue él a mi lado... sé que me queda poco tiempo... El doctor entra a la habitacion...

-Doctor, como está?
-Lo siento mucho... no hay nada más que hacer...

Una lágrima... Parece imposible... Se acerca a mi lado...

-¿Sabes que pronto te vas a recuperar y podremos ir a acampar como habiamos planeado?
-Mentiroso... - sonreí...
-Por favor, no te esfuerces... necesitas esa fuerza para...

Debilmente subo mi mano a su boca, en señal de silencio... la sostiene entre las suyas...

-Mi vida... no digas nada... Ha sido increible el tiempo que hemos pasado juntos y no quiero que se estropee. Sé que estuvimos lejos, pero siempre estuviste conmigo... Me voy, pero me quedo contigo... Tu amor siempre será esa luz que me guíe en la oscuridad... Me voy, y un pedacito de mi, se queda contigo. Hasta siempre, mi amor... Te amo...

De pronto un rayo ilumina la habitación... silencio...

-Mi amor, no te vayas...

Pero ya es demasiado tarde... Él no temina de entender sus últimas palabras...

La enfermera entra despacio... Un bebé en brazos... Lo deposita en sus brazos mientras el bebé le sonríe... Recuerda sus últimas palabras... "Un pedacito de mí se queda contigo..."

Mira a su alrededor... sólo ellos dos... Un beso en la frente fue su despedida... y un corazón roto, con necesidad de sanar su legado... Comienza a llover a cántaros... mientras él camina por el pasillo oscuro, con su hijo en brazos...

...